domingo, 27 de abril de 2014

Queso picante


Ingredientes:

- 2 L de leche entera fresca de vaca
- 3 cucharadas de leche en polvo
- 1/2 yogur natural
- 1,5 ml de cuajo líquido
- 3 cucharaditas rasas de sal
- especias picantes (a ojo): lleva picante etíope en polvo que nos regaló un amigo y un sazonador picante en grano

Preparación:

Esta es la elaboración básica del queso: Poner la leche en un cazo y añadir la leche en polvo y remover bien para que no queden grumos. Calentar al fuego hasta 40º (usar termómetro), apagar el fuego y añadir el yogur removiendo muy bien. Tapar y dejar reposar 30 min. Pasado el tiempo hay que echar el cuajo. El cuajo funciona a una temperatura de entre 32-38º. Si está más frío, calentarlo hasta la temperatura deseada; si está más caliente, esperar a que se enfríe. Añadir el cuajo, remover, tapar y esperar unos 30min a que cuaje. 

Una vez cuajado, cortarlo en cuadrados con un cuchillo y dejar reposar unos 15-20 min. a que comience a soltar suero. 

Ahora tenemos que cocinar la cuajada para que suelte más suero todavía. No debemos nunca sobrepasar los 39º. Lo ponemos al fuego muy suave y vamos removiendo despacio de abajo hacia arriba y comprobando la temperatura regularmente. El objetivo es que el queso se vaya convirtiendo como en bolitas, con una textura parecida a la clara de huevo en un huevo revuelto. Si alcanza la temperatura antes de lograr la textura deseada, apagar el fuego y seguir removiendo despacio. Tarda como unos 30min en estar listo.

Después hay que separar el suero de la masa. Se coloca sobre un colador una gasa grande y se vuelca todo. El suero se puede guardar para hacer mil cosas: panes, sopas, purés, y hasta verduras fermentadas. A la masa desmenuzada que obtenemos hay que echarle sal. Se echa en tres veces y se mezcla con las manos para que se reparta bien. La sal es importante para que en el proceso de curación no se pudra por dentro. En este momento se echa también el picante.

Luego se vuelca la masa salada envuelta en la misma gasa en un molde de queso y se prensa y se va escurriendo el suero que va saliendo. Al cabo de 1h se saca de la prensa, se le cambia la gasa por una seca y se le da la vuelta para volverlo a meter otra hora. Se repite este proceso unas 3 veces y finalmente se deja prensando toda la noche. 

Shortbread (galletas de mantequilla escocesas)

Estas galletas son muy parecidas a las danesas, pero son algo más crujientes y gorditas. Son típicas de aquí, y cómo no, he tenido que hacerlas :P



He utilizado la mantequilla casera que hicimos el otro día. ¡Espero que os gusten!

Ingredientes:

- 250g mantequilla a temperatura ambiente
- 3/4 taza de azúcar integral (demerara sugar)
- 1 vaina de vainilla (o extracto de vainilla en su defecto)
- 1 pellizquito de sal
- 2 y 1/2 tazas de harina
- azúcar blanca para espolvorear

Preparación:

Yo lo he hecho en la Thermomix, pero también se pueden hacer a mano. Echar el azúcar  en la Thermomix y triturar a velocidad 5-7-9. Añadir la mantequilla y batir a velocidad 3 durante 1 minuto.

Abrir la vaina de vainilla con cuidado y extraer la pasta del interior con un cuchillo. Echar esa pasta en la Thermomix, añadir la sal y batir unos segundos a velocidad 5. Echar la harina y batir de nuevo a velocidad 6 hasta que esté todo mezclado (no hay que batir demasiado).

Extender un trozo grande de film transparente sobre la encimera y volcar sobre él la masa. Terminar de mezclarla ligeramente, extenderla con un grosor de 2 cm y envolver con el film. Dejar reposar en la nevera mínimo 30 minutos. Yo lo he dejado toda la noche para hornearlas al día siguiente.

Precalentar el horno a 180º. Cortar en rectángulos de 2 cm de ancho por 4-5 cm de largo, pinchar ligeramente la superficie, espolvorear con el azúcar y hornear 20-25 minutos hasta que los bordes se tuestan ligeramente (tienen que quedar blanquitas). Sacar del horno y dejar enfriar antes de tocarlas. Se pueden guardar en un recipiente hermético (si duran, claro). ¡A disfrutar!

sábado, 26 de abril de 2014

Aceite de caléndula


¿Recordáis que hace poco os hablé de cómo aromatizar aceite? Pues hoy os presento este aceite con caléndula. El proceso es el mismo, pero en esta ocasión usaremos el aceite para elaborar productos de cosmética. 

La caléndula tiene propiedades regeneradoras, curativas y cicatrizantes. Al poner las flores en el aceite sueltan sus principios en él y cuando usamos el aceite éste contiene las propiedades. Chulo, ¿verdad?

Para prepararlo, recogemos flores frescas de caléndula (también se puede hacer con las secas) a ser posible que no tengan fertilizantes ni insecticidas químicos. Lavar las flores, dejarlas secar bien y ponerlas en un recipiente y cubrir con el aceite. Tapar y dejar reposar durante al menos 40 días en un lugar donde le dé el sol al menos un par de horas al día. 

Yo he utilizado aceite de arroz porque pretendo hacer un jabón con este aceite, pero se puede usar cualquier aceite. Los típicos son el de almendras o el de oliva. Y también se puede usar el aceite tal cual sobre quemaduras o piel irritada, por ejemplo en la dermatitis del pañal en los bebés.

Lácteos fermentados

Os presento tres variedades de lácteos fermentados que están deliciosos. Y no sólo eso, sino que al estar fermentados nos aportan gran cantidad de bacterias beneficiosas para el tracto intestinal además de ser fáciles de digerir y sentar fenomenal.



El yogur es el lácteo fermentado por excelencia: universalmente utilizado y conocido. Es versátil en la cocina y con muy buenas propiedades digestivas. Las bacterias que lo hacen posible son Lactobacillus bulgaris y Streptococcus thermophilus.

Para hacerlo necesitamos un poco de yogur y leche. Simplemente se mezcla el yogur con la leche y se calienta a 40º y se mantiene a esa temperatura durante 8 horas. Si tienes una yogurtera es sencillísimo, pero si no la tienes, se puede hacer en el horno. Sólo hay que calentarlo a 50º y apagar el horno, meter el recipiente con la leche y el yogur, cerrar el horno y dejarlo fermentar 8h.


El kéfir es menos famoso que el yogur, pero también es ampliamente conocido. La diferencia con el yogur es que la leche no sólo está fermentada con bacterias, sino que también con una levadura: Lactobacillus acidophilus y Saccharomyces kefir respectivamente. 

Para hacerlo necesitamos nódulos de kéfir y leche lo más fresca posible. Simplemente se ponen los nódulos en la leche y se deja fermentar a temperatura ambiente tapado con una tela para que respire durante 12 horas. Para consumirlo hay que colar la leche kefirada y los nódulos se lavan y se vuelven a añadir a más leche para preparar más.

El sabor del kéfir es algo más ácido que el del yogur. Además tiene un toque gaseoso que produce la fermentación de la levadura. De hecho se trata de una fermentación alcohólica mientras que en el yogur es sólo fermentación láctica. A algunas personas les cuesta acostumbrarse a su sabor, pero si consigues apreciarlo podrás beneficiarte de sus inigualables propiedades.


Esto es "cultured buttermilk". La traducción literal sería suero de mantequilla fermentado, pero realmente no es suero, sino leche. La diferencia con el yogur es que las bacterias que lo fermentan son otras. Antiguamente, para poder hacer mantequilla se dejaba reposar la leche a temperatura ambiente hasta que la leche y la nata se separaban. En este proceso, la leche y la nata fermentaban. Al hacer la mantequilla con la nata, el suero resultante contenía bacterias y tenía un sabor ligeramente ácido. 
Hoy en día, sin embargo, se usan otros procedimientos para separar la nata y ya no fermenta, por lo que el suero que se obtiene no está fermentado.

Para simular este suero natural se añaden bacterias a la leche y se obtiene un resultado muy parecido. Estas bacterias son Lacotococcus Lactis y Leuconostoc Citrovorum. Se reproducen a temperatura ambiente, así que para prepararlo sólo tenemos que tener un poco de "cultured buttermilk" al que le añadimos leche fresca.

A 1 vasito de "cultured buttermilk" le añadimos 1 litro de leche fresca, tapamos y dejamos reposar en la encimera de 18 a 24 h hasta que espese. Después hay que guardarlo en la nevera y se usa exactamente igual que el yogur: se puede tomar sólo, usarlo para cocinar, para salsas, bizcochos... o lo que se te ocurra.

jueves, 24 de abril de 2014

Mantequilla


Hoy Candela y yo hemos hecho mantequilla. No puede ser más sencillo y está mucho mejor que la del súper. Aquí os dejo cómo se hace, ¡no tiene misterio!

Ingredientes:

- 1 brick de nata para montar (mínimo 30% materia grasa)

Preparación:

Batir la nata hasta que se separa el suero. Colar y lavar la mantequilla con agua bien fría. Ya está :)

martes, 8 de abril de 2014

Jabón de cine

Formo parte de una comunidad jabonera de lo más instructiva y en ella se ha convocado un concurso. Se trata de hacer un jabón de cine. Yo elegí como peli "Alicia en el país de las maravillas"y esta es mi creación.


Este es uno de los personajes de dibujos animados que más me gusta. ¡Es todo un crack! Sabio, alegre, juguetón, gamberro y divertido. Una de sus mejores escenas: 


Ahora sólo queda presentarlo en sociedad y esperar al resultado del concurso :) Pase lo que pase, disfrutaremos de este jabón tan suave y alegre con aromas cítricos.



lunes, 7 de abril de 2014

Queso encerado


La semana pasada hice un queso de cabra y vaca. La novedad de este queso es que para curarlo ¡lo he encerado! ¿Y para qué? Bueno, pues para que no le salga moho mientras se cura y para que no se seque demasiado y le quede una corteza más fina. El resultado os lo contaré en un par de meses o tres. De momento, os cuento el proceso.

Ingredientes para la cera:

- 125g cera de abejas
- 25g aceite de palma

Preparación:

Tras la elaboración básica del queso comienza el proceso de encerado: Cuando el queso está bien seco ya se puede encerar. El mío ha tardado 2 días en secarse bien, pero dependerá del ambiente. Para encerarlo hay que guardar el queso en la nevera al menos durante 2 horas para que esté bien frío y la cera se seque rápidamente.

Preparar la cera mezclando la cera y el aceite de palma y fundirlo todo en el microondas. Programar de minuto en minuto removiendo cada vez hasta que está todo bien fundido. Hay que usar un recipiente viejo, porque quitar la cera luego es bastante complicado y hay que proteger la encimera con papel vegetal para que no se manche todo de cera. Otra opción es fundirlo en una sartén vieja. Se usa esta mezcla porque si se utiliza sólo cera de abejas se craquela cuando se enfría. El aceite de palma le añade flexibilidad y hace que una vez curado el queso se pueda pelar y se pueda reutilizar la cera en otro queso. También se puede reutilizar la cera de otros quesos que consumamos habitualmente como el queso de bola o los minibabibel.

Una vez fundida la cera sumergir el queso frío: sujetarlo por un lado y sumergir la mitad. Sacarlo y dejarlo escurrir, la cera solidificará en segundos si el queso está bien frío. Darle la vuelta y sumergir el otro lado. Repetir hasta que esté todo cubierto.

Si no lo quisierais encerar, con untarlo de aceite de oliva es suficiente, pero con el proceso de curado se va secando y se forma una corteza gruesa. Como no tiene aditivos la corteza es comestible pero le da un toque seco al queso. Además durante el curado hay que vigilar que no le salga moho y si le sale hay que quitarlo con un cepillito para que no se extienda y volverlo a untar de aceite. Por eso quería probar a encerarlo, a ver si obtengo mejores resultados (mejores aun, quiero decir, que una se va volviendo exigente jeje).

Dejar curar en un lugar fresco a unos 15º de temperatura dándole la vuelta cada día durante la primera semana y luego cada 2-3 días durante un mínimo de dos meses.