Muchas veces le quitamos la piel al pollo para comer menos grasa (y así, de paso, librarnos de las toxinas que en ella se almacenan). Lo malo de eso, es que el pollo se suele quedar súper seco. Pues esta es una gran manera de evitarlo.
INGREDIENTES:
- Un cuarto trasero de pollo sin piel por persona (se podría hacer con cualquier otra parte del pollo, pero esta es la parte que más me gusta)
- 2 dientes de ajo por cada cuarto trasero
- una pizquita de sal gruesa por cuarto trasero
- 1 cucharadita de romero seco por cuarto trasero (elegid siempre especias de cultivo ecológico, si no, os comeréis todos los pesticidas al ser imposible lavarlas)
- 1 cucharadita de zumo de limón por cuarto trasero
- 1/2 cucharadita de aceite de oliva por cuarto trasero
PREPARACIÓN:
Majar en un mortero el ajo con la sal gruesa. Añadir el romero y machacar bien. Una vez que esté todo bien aplastado, añadir el zumo de limón y el aceite y mezclar bien. Untar el pollo con esta mezcla y dejarlo reposar en la nevera al menos una hora.
Pasado este tiempo, preclentar el horno a 200º con calor arriba y abajo. Rociar el pollo con una cucharada de agua y hornear en una fuente tapada durante 1 hora. Retirar la tapa y dorar durante unos 10 minutos más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario