Con mi base de jabón de glicerina he hecho estos jaboncitos con forma de conejo. Es la primera vez en mi vida que hago jabones en capas de varios colores, y cómo no, he pagado la novatada :P
Para hacerlo, simplemente se corta un poco de jabón calculando cuánto vas a necesitar. Se coloca en un cuenco apto para el micro y se funde (unos 15-20 segundos es suficiente para pequeñas cantidades). Se le echa el color (colorante especial de jabones) y el aroma deseado y se vuelca en el molde. Cuando está solidificado se puede preparar la siguiente capa. Y así con todos los colores. El truqui es rociar con alcohol la capa solidificada antes de echar la nueva (fase que me salté por descuido). Si te saltas ese paso, las capas no se pegan y al desmoldar, se separan lo colores.
Eso es lo que me pasó al sacar los conejos del molde y por eso están un poco defectuosos. Tuve que hacer una labor de restauración y echar el alcohol para que se pegaran. Pero bueno, a pesar de todo, para ser los primeros no están tan mal ¿no?
En cuanto a los colorantes, hay varios tipos. Yo he elegido colorantes minerales solubles en agua. Hay bastantes colores y tienen un buen comportamiento en los jabones de proceso en frío. En este caso usé un jabón de glicerina transparente, pero los colorantes minerales lo vuelven opaco. En este caso era el resultado deseado. Si los queréis transparentes, no uséis estos colorantes.
En cuanto a los aromas se pueden usar fragancias artificiales o aceites esenciales naturales. Yo he usado aceites esenciales, pero también uso a veces fragancias cuando las esencias son demasiado caras (el caso del jazmín, por ejemplo).
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