Os presento mi nuevo jabón. Es una receta sencilla pero con unas propiedades excepcionales. El aceite de salvado de arroz le aporta cualidades hidratantes y antienvejecimiento, cuida las pieles sensibles y hace una espuma delicada, suave y sedosa. La manteca de Karité es muy útil para el cuidado de las pieles sensibles, tiene gran capacidad hidratante y emoliente y le aporta dureza al jabón. La combinación de ambos hace que este jabón sea suave, delicado e ideal para las pieles secas, que se enrojecen fácilmente o que son muy sensibles.
He hecho algunos negros y otros blancos con dibujos negros. Como veis, sigo aprendiendo nuevas técnicas :) El negro no ha quedado tan oscuro como yo quería y ahora recuerda a los cantos rodados negros. No es lo que buscaba, pero el resultado es bonito.
Está elaborado con el método en frío, mezclando la lejía y las grasas a 30º y sin batidora para poder hacer los dibujos (con una traza muy líquida). El colorante negro es pigmento mineral óxido de hierro negro (número CI77499) y lo disolví en agua. La próxima lo intentaré disolver en aceite a ver si funciona mejor y consigo un negro intenso.
Como aditivos tiene aroma de cáscara de limón y vitamina E para conservar las propiedades del sobreengrasado intactas, pues la manteca de Karité es delicada.
Ingredientes:
Grasas:
- 95g aceite de coco
- 177g aceite de salvado de arroz
- 68g manteca de karité
Lejía:
- 44,8g sosa
- 115,2g agua
Aditivos:
- 1,5g vitamina E
- 10g aroma de cáscara de limón
Sobreengrasado 8%
Concentración 28%
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