Aquí os presento mi última creación. Un jabón elaborado con sólo aceite de coco, leche de cabra, sosa cáustica y aroma de jazmín. Los verdes llevan una capita del mismo lote teñido con pigmento mineral óxido de cromo verde CI77289. Los blancos llevan además sal Maldon que los convierte en un excelente exfoliante.
Este jabón es altamente hidratante. A pesar de estar elaborado sólo con aceite de coco no resulta agresivo para la piel porque lleva un 20% de sobreengrasado. El aceite de coco tiene un gran contenido en ácidos grasos que hidratan la piel penetrando incluso en las capas más profundas. Es antibacteriano y antioxidante, rico en vitamina E y tiene propiedades calmantes.
La leche de cabra es rica en proteínas, vitaminas y minerales. Las grasas que contiene ayudan a suavizar la piel. Por ello está recomendado para pieles muy secas y sensibles.
Añadir sal a este jabón ya de por sí excelente lo convierte en un producto cosmético excepcional. La sal funciona como exfoliante eliminando las células muertas de las capas superficiales. Además es bactericida y cicatrizante y ayuda a que la piel retenga la humedad de forma natural manteniéndola hidratada y nutrida. La sal Maldon es sal marina con una pureza mayor que la sal marina común. Se vende en escamas, pero yo la he molido más fina en un molinillo de café para que fuera más suave.
Ingredientes:
- 253g aceite de coco orgánico
Lejía:
- 37g sosa cáustica
- 95,3g leche de cabra congelada en cubitos
Aditivos
- 7,7g aroma de jazmín
- 50g sal Maldon (sólo he echado sal a la mitad del jabón, por eso es tan poca cantidad. Es un 25% del peso total)
- colorante óxido de cromo verde CI77289
Preparación:
Está elaborado en frío. La leche sustituye al agua en la elaboración de la lejía y se congela para que al disolver la sosa en ella no se queme y quede blanco y no produzca olores raros. La lejía se añade sobre el aceite de coco fundido pero frío y se bate hasta conseguir la traza.
En la traza se añaden los aditivos. El aroma primero para poder volcar la mitad en los moldes. A una pequeña cantidad le he añadido el colorante. Y a la otra mitad, la sal. La sal acelera la traza, por ello una vez añadida hay que trabajar rápido. Además el jabón de sal solidifica muy rápido por lo que es recomendable usar moldes pequeños porque si se hace en uno grande corremos el riesgo de no poder cortarlo o que se rompa al hacerlo.
Como siempre, una vez sólido, desmoldar y dejar reposar al menos un mes. ¡Estoy deseando probarlo!
La leche de cabra es rica en proteínas, vitaminas y minerales. Las grasas que contiene ayudan a suavizar la piel. Por ello está recomendado para pieles muy secas y sensibles.
Añadir sal a este jabón ya de por sí excelente lo convierte en un producto cosmético excepcional. La sal funciona como exfoliante eliminando las células muertas de las capas superficiales. Además es bactericida y cicatrizante y ayuda a que la piel retenga la humedad de forma natural manteniéndola hidratada y nutrida. La sal Maldon es sal marina con una pureza mayor que la sal marina común. Se vende en escamas, pero yo la he molido más fina en un molinillo de café para que fuera más suave.
Ingredientes:
- 253g aceite de coco orgánico
Lejía:
- 37g sosa cáustica
- 95,3g leche de cabra congelada en cubitos
Aditivos
- 7,7g aroma de jazmín
- 50g sal Maldon (sólo he echado sal a la mitad del jabón, por eso es tan poca cantidad. Es un 25% del peso total)
- colorante óxido de cromo verde CI77289
Preparación:
Está elaborado en frío. La leche sustituye al agua en la elaboración de la lejía y se congela para que al disolver la sosa en ella no se queme y quede blanco y no produzca olores raros. La lejía se añade sobre el aceite de coco fundido pero frío y se bate hasta conseguir la traza.
En la traza se añaden los aditivos. El aroma primero para poder volcar la mitad en los moldes. A una pequeña cantidad le he añadido el colorante. Y a la otra mitad, la sal. La sal acelera la traza, por ello una vez añadida hay que trabajar rápido. Además el jabón de sal solidifica muy rápido por lo que es recomendable usar moldes pequeños porque si se hace en uno grande corremos el riesgo de no poder cortarlo o que se rompa al hacerlo.
Como siempre, una vez sólido, desmoldar y dejar reposar al menos un mes. ¡Estoy deseando probarlo!
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